miércoles, 26 de noviembre de 2008
Familia humana
Uno de los temas sociales considerados influyentes en la propensión al consumo de las sustancias llamadas “psicoactivas” es la “desintegración familiar”. La cuestión es que tipo de estructura familiar es la que se considera desintegrada. A lo largo de la evolución de la sociedad se han encontrado múltiples tipos de estructura familiar. Aún hoy existe una multiplicidad de formas de grupos “familiares”. Lo que se desintegra es un proyecto de vida, se establece un fracaso de acuerdo a expectativas fundadas en ese proyecto, en ese esquema de familia. Obviamente no sabemos si al establecer ese proyecto se conocen o plantean alternativas y se elige alguna de ellas. Muchos inician la etapa de compartir la vida con otra persona ensayando de manera informal la convivencia y luego deciden profundizar la relación y “formalizarla” cada vez más. Otros puede que solo reconozcan una sola forma de familia, la occidental, “nuclear”, religiosa y/o civil y, seguramente la repercusión del fracaso podría llegar a ser mayor. No estaría mal reconocer que, como otras instituciones, la familia es una construcción social y que ha tenido y tiene formas cambiantes. Es decir, se puede construir, destruir y re-construir (crear y re-crear) y, si a esto le asociamos la cada vez mayor aceptación del concepto oriental de crisis como oportunidad, el “fracaso” podría enfocarse de otra manera. Tal vez, ni tan dolorosa ni tan perjudicial para los miembros de aquella familia que se “desintegra”, con menos necesidad de “amortiguar” la desazón con sustancias o tomarse revancha de peor manera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario