miércoles, 26 de noviembre de 2008
El reflejo de un fracaso. Juan del Sur
Casi no queda nada ya, aunque lo principal sigue dando vueltas en mi cabeza. Levantarme, desayunar, viajar hasta llegar. Trabajar. Papeles y más papeles. Atiendo a uno y otro, van y vienen como fantasmas inocentes, gente incorpórea, sin un significado, a no ser el de cumplirles. Que rutina, que hastío, que cansancio ¿Por qué no salir, escapar, buscar lo diferente, desafiante, un nuevo reto? Hacer la mía, si otros pueden, por que yo no podría? El retiro y la aventura, otro esfuerzo, todo nuevo, al principio la alegría. Con el tiempo, la amargura, el fracaso, desventura. Discusiones, agresiones, la ruptura. Sin los hijos, sin familia, solo en esta mesa, y el reflejo de un candil sobre mi copa. La punta de un cuchillo que penetra en carne viva y me devora. Otra rutina…. esta vez, demoledora!
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